LOS AMANTES

LOS AMANTES

 

   Hay que tener en cuenta lo siguiente: el amor en su nivel más bajo es sexo (es físico), y en su forma más refinada es compasión. El sexo está por debajo del amor; la compasión está por encima del amor. El amor se encuentra justamente en medio.

   Hay poca gente que sabe lo que es el amor. Así, el 99% piensa que la sexualidad es amor. No lo es. La sexualidad es muy animal, tiene ciertamente el potencial de convertirse en amor, pero no es amor realmente, sólo un potencial.

   Si te vuelves atento y consciente, meditativo, entonces el sexo puede trasformarse en amor.  Y si tu estado meditativo se vuelve total, absoluto, el amor puede trasformarse en compasión. El sexo es la semilla, el amor es la flor y la compasión es la fragancia. Buda ha definido la compasión como "amor más meditación". Cuando tu amor no es únicamente deseo por el otro, cuando tu amor no es únicamente necesidadd, cuando tu amor es un compartir, cuando tu amor no es el de un mendigo sino el de un emperador, cuando tu amor no pide nada a cambio sino que está dispuesto a dar -a dar por el simple gozo de dar- entonces añádele meditación y se liberará una frangancia pura. Esto es compasión; la compasión es el fenómeno más elevado.

COMENTARIO

 

   Lo que llamamos amor es realmente un espectro completo de relaciones que abarca desde la tierra al cielo. En el nivel más terrenal, el amor es atracción sexual. Muchos de nosotros nos quedamos estancados ahí, porque nuestros condicionamientos han cargado nuestra sexualidad con todo tipo de expectativas y represiones. Actualmente, el mayor "problema" con el amor sexual es que nunca perdura. Unicamente si podemos aceptar este hecho podremos disfrutarlo por lo que es; darle la bienvenida cuando aparece y decirle adiós con gratitud cuando se marcha. Entonces, a medida que maduramos, podemos empezar a experimentar el amor que está más allá de la sexualidad y que honra la individualidad única del otro. Empezamos a entender que nuestra pareja funciona a menudo como un espejo, reflejando aspectos desconocidos de nuestro ser más profundo y apoyándonos para que nos volvamos un todo. Este amor está basado en la libertad, no en las expectativas o en la necesidad. Su alas nos llevan cada vez más y más alto hacia el amor universal que lo experimenta todo como una unidad.