-------BEECH-------HAYA

   Para quienes sienten la necesidad de ver más belleza y bien en cuanto les rodea. Y aunque muchas cosas parecen estar mal, tienen la capacidad de ver el bien en torno de ellos. Para poder ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con las distintas formas en que cada individuo y cada cosa tienden hacia su perfección.

 

 

                               Dr. Edward Bach  (Los 38 Remedios)



INTOLERANCIA, ACTITUD CRITICA

 

 

   Beech es para las personas que critican constantemente, que no toleran los defectos de los demás y son incapaces de mostrarse comprensivas. Les es muy difícil encontrar algo bueno en los demás. Tienen un fuerte sentido de su propia superioridad, tienden a ser arrogantes, a juzgar, y les irrita fácilmente los gestos o hábitos de otras personas. Están convencidas de que siempre tienen razón y que todos los demás están equivocados (Ver Impatiens).

 

   El potencial positivo de Beech es la tolerancia y un sentido de compasión e idulgencia y de unidad con los demás; la persona en estado Beech positivo puede ver lo bueno de otras, a pesar de sus defectos.



      Este árbol soberbio, que llega a alcanzar hasta 30 m. de altura, recibía, antiguamente, en Inglaterra el nombre de "madre del bosque". Las flores masculinas y femeninas crecen en un mismo ejemplar. Florecen en abril o mayo, al mismo tiempo que brotan las hojas.

 

PRINCIPIO

 

    Beech está ligada a la capacidad anímica de la compasión y la tolerancia. En estado Beech negativo se reacciona con ofuscación, dureza e intolerancia.

   No se ilusione. Todo ser humano cae  una y otra vez en el estado Beech negativo. ¿Quién no ha condenado alguna vez, con dureza, el acto de otro y luego ha tenido que reconocer que obró injustamente porque desconocía las circunstancias o no las tuvo en consideración ?

   En estado Beech negativo nos inclinamos a juzgar las cosas de manera muy crítica, de acuerdo con escalas subjetivas, a menudo estrechas. Las demás personas son radiografiadas según criterios rigurosos e interiormente condenadas, sin que uno se haya puesto en su lugar o en el de sus sentimientos.

    "¡No se puede tratar con una persona que tiene ese acento!" O "¡Cuando oigo decir "protector del medio ambiente" me basta!". Los prejuicios se agudizan, e interiormente se siente desprecio. Rara vez una persona es más arrogante que cuando está en estado Beech negativo.

    El profesor Higgins de Pigmalion, ligeramente esnob, empeñado en convertir en un portento del buen hablar a la primitiva florista Eliza, es una divertida variante del estado Beechi negativo. Desprovisto de experiencia y del todo incomprensivo   respecto a los sentimientos de una mujer, pregunta desorientado a su amigo Pickering: "Why can a woman not be like a man?" (¿Por qué una mujer no puede ser como un hombre?). Como ha reprimido enteramente sus propios sentimientos, no puede comprender la situación de Eliza y sólo sabe herirla con su ironía.

  Otra faceta del estado Beech negativo se refleja en la caricatura de la maestra pedante y rigurosa que, vestida de gris e imperativa exige orden incondicional, exactitud y disciplina, y ha perdido de vista por completo que no todos vienen al mundo con las mismas dotes ni comienzan con las mismas posibilidades.

  Hay un dicho que le va como anillo al dedo al estado Beech negativo: "Siempre vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio". En el estado Beech, la persona se proyecta de manera muy acentuada hacia afuera y tiene extremas dificultades para volver hacia adentro y asimilar las experiencias. Esta postura se puede manifestar con trastornos gástricos y del tracto intestinal.

   Con frecuencia el estado Beech negativo se desarrolla en personas que provienen de familias pertenecientes a grupos minoritarios discriminados que hubieron de asimilar mucho odio, humillaciones, decepciones y lesiones de su amor propio. Como medida de compensación interior, estas familias han optado por apartarse conscientemente de los demás y erigirse un sistema de valores propios, en el que son superiores respecto a los otros. Los sentimientos de irreverencia y humillación afectan menos entonces, porque se proyectan al mundo exterior en la actitud, la crítica y la arrogancia. Para estar menos expuestos a vivencias sensitivas dolorosas, los propios sentimientos se reprimen en la medida de lo posible y por lo tanto, también la posibilidad de entender los sentimientos de otras personas.

   ¿Dónde está el error en este caso? En el estado Beech negativo la personalidad comprendió mal el programa de enseñanza de su alma, no lo aceptó y rechazó las experiencias negativas.

   Para quedarnos en el ejemplo antes citado: el individuo no ha aceptado su papel de extraño y paciente, ni ha superado las experiencias dolorosas de la discriminación. En lugar de ello, la personalidad ha desarrollado un código de conducta propio, en el que ha incorporado determinados mecanismos de defensa destinados a ayudarla  a contrarrestar la voz de su Yo Superior. En nuestro ejemplo desarrolla crítica y arrogancia para poder proyectar, con ayuda de ambos, los sentimientos humillantes sobre el medio.

   Estas proyecciones negativas no sólo dañan a la personalidad en sí misma, sino también a la gran unidad. Los pensamientos negativos afectan al entorno repercuten en la personalidad y pueden reflejarse en una cantidad de síntomas somáticos de irritación. La personalidad se endurece y entumece más y más, ya que no intercambia energía con su propio Yo Superior ni con su entorno.

   Tan pronto como la personalidad se libera de sus limitadas escalas de valores y se abre respecto a su Yo Superior, se le manifestarán a través de su energía anímica escalas de valores más elevados y mayores posibilidades de conocimiento y conciencia de la propia  individualidad. Su crítica restringida se transformará en comprensión, su susceptibilidad respecto a otras personas, en auténtica sensibilidad respecto a los impulsos de su Yo Superior. La arrogancia dará paso a un amor genuino y a la tolerancia; esa tolerancia -escribió Bach- que hizo rogar a Jesús, clavado en la cruz, por sus verdugos: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen".

   Cuando uno se inclina hacia estados Beech negativos, hay varios conocimientos primordiales que debiéramos mover en nuestro corazón. A esto se suma la certeza de que como pequeña ruedecita en un mecanismo de relojería más grande o como pequeña célula, sólo somos capaces de vivir en un ser más grande, cuando vibramos en la corriente respiratoria o la conciencia de este ser más grande y no estamos separados de él. También debiéramos entender que en calidad de pequeña célula, sólo podemos reconocer de manera muy deficiente las leyes del Gran Ser, y que por esto nada justifica las propias escalas absolutas de dictaminación.

    Por último, también debemos saber que todos nosotros no somos, en definitiva, más que reflejos de proyecciones recíprocas. Por esto no se debieran seguir proyectando los propios temores y mecanismos de defensa negativos en otras personas, y tratar de reencontrar en uno mismo las proyecciones positivas de los otros.  Así, la delimitación será reemplazada  por una sensación de unidad, parentesco de almas y armonía que en el fondo también busca la persona en estado Beech negativo a pesar de su plan de críticas.  Cuando encontramos en nosotros esta sensación de unidad, el entorno también se torna, de pronto, más armónico. Ya no nos irritarán las pequeñeces, porque estamos en situación de reconocer más y más la unidad en la multiplicidad.

    La flor de Beech ayuda a restablecer este contacto con el Yo Superior y la unidad. Mitiga el rigor interior y, de acuerdo con las manifestaciones de los sensitivos, devuelve el gozo, la jovialidad y el color al sistema energético.. En estado Beech positivo somos algo así como "el diagnosticador tolerante": podemos emplear nuestra mirada radiográfica humana y el buen caudal de juicio de manera constructiva no sólo para nosotros mismos, sino también para cumplir misiones en la comunidad.

 

   Delimitación del despotismo en los estados Vine, Beech y Rock Water:

 

    Vine: Va hacia lo interior en la acción, quiere imponerse, obliga. El dictado de alma negativo en que se sustenta es el afán de dominación.

     Beech: Rechaza interiormente, juzga, quiere retener la razón. El dictado del alma negativo en que se basa es la intolerancia.

    Rock Water: Interiormente se mantiene fuera, guarda para sí. El dictado de alma negativo en que se basa es el amor propio.

 

Síntomas claves del estado Beech

 

   Afán de crítica, arrogancia, intolerancia. Condenamos a los demás sin intuición alguna.

 

Síntomas en estado de bloqueo

 

- La persona repara enseguida en los errores de los demás.

- Carece de comprensión e indulgencia para con las deficiencias de otras personas.

- No logra introducirse afectivamente en los otros, pues los propios sentimientos están bloqueados.

- Interiormente, se sitúa ante los demás como un juez, ve sus faltas y las condena.

- Sólo ve lo digno de objeción y lo precario de una situación, pero no percibe lo positivo que podrías surgir de ella.

- La estupidez de otras personas les fastidia.

- Reacciona en determinados momentos con mezquindad, pedantería e inflexibilidad.

- Le molestan los pequeños ademanes y las muletillas en el lenguaje de otras personas; la magnitud de la irritación no guarda relación alguna con el motivo.

- Interiormente muestra tensión y endurecimiento.

- Se aísla de los demás debido a su postura crítica exagerada.

 

Potencial transformado

 

- Perspicacia intelectual; comprensión para los diversos patrones de conducta humana y caminos de desarrollo individual.

- Buenas aptitudes para el diagnóstico.

- Actitud tolerante, reconocimiento de la unidad en la multiplicidad.

 

Recomendaciones para la persona en estado Beech

 

- Ser más agradable y cariñosa para consigo misma a fin de poder ser agradable y cariñosa con los demás.

- Realizar ejercicios de yoga que estimulen la tiroides y el corazón.

- Buscar el equilibrio físico frente a la rigidez interior: movimientos juguetones, bailar y actividades semejantes.

- Frases de programación positiva:

   "Celebro la paz conmigo mismo y los demás"

   " Yo estoy en el otro; el otro está en mí"

   "Detrás de todo reconozco el proceso de crecimiento positivo"

   " Sólo sé que nada sé".

 

 

 

 

                                   Mechthild  Scheffer  (La Terapia Floral de Bach)