TAROT OSHO

“Deseo que la gente conozca de si misma y a que no sea según algún otro; que conozca el centro de su ser”.

  Durante treinta años de charlas a discípulos y amigos, Osho respondió a preguntas de éstos o comentó las enseñanzas de los grandes sabios del mundo y de las Sagradas Escrituras. Hoy día, esas charlas continúan aportando una nueva y fresca percepción a todo lo tratado en ellas, desde las complejas escrituras védicas hasta las familiares palabras de Jesús. Osho habla con igual autoridad de los hasditas, los sufíes, los míticos baúles, los yoguis y los budistas. Pero a la larga acaba por centrarse en la transmisión de la sabiduría del zen, pues, según dice, se trata de la única tradición espiritual cuyo enfoque de la vida interior de los seres humanos ha superado la prueba del tiempo y es aún relevante para la humanidad contemporánea.

   A diferencia de otras religiones, que han llegado a ser víctimas de su culto a los héroes y del dogmatismo, el zen hace hicapié en la capacidad única de cada ser humano para alcanzar la iluminación (es decir, la liberación de las ilusiones del ego creadas por la mente), e insiste en que sólo a través de la meditación es posible llevar tal capacidad a efecto: no realizando determinados rituales ni cumpliendo reglas ni imitando el ejemplo de otros por muy respetables que sean, sino únicamente gracias a un estado de atención vigilante y libre de crítica sobre los propios pensamientos, acciones y sentimientos.

   Cuando practicamos esta vigilancia, este enfoque meditativo respecto a la vida, enseguida nos hacemos conscientes de que cada uno tenemos un centro de vigilancia inmutable, imperturbable y eterno; un centro que tiene la capacidad de ver la vida como una gran abentura, como un juego, como una escuela de misterio y, finalmente, como un viaje pleno de dicha en el que el único propósito es deleitarse con cada paso a lo largo del camino.

   En palabras de Osho, lo que lleva a una cualidad de luz y amor a todo lo que hacemos es la capacidad de convertirse en un buda, de desarrollar el estado de alerta interior, y no el hecho de venerar a los budas ni de seguir a otras personas.

   Osho ha sido siempre algo más que un simple orador o un filósofo. Así, en la comuna de amigos que le ha rodeado ha creado una atmósfera en donde las verdades de las que habla pueden ser experimentadas directamente. Por ello, hacer el camino en su compañía no supone retirarse a las montañas para llevar una vida de ascetismo y reposo, lejos de "la plaza del mercado".

   Por el contrario, implica involucrarse totalmente en la tarea de despertar, empleando para ello una abundante variedad de meditaciones y terapias psicológicas y de sanación física, así como mediante mucha risa y divesión y grandes dosis de creatividad y trabajo duro. Fregar el suelo es una meditación: tanto como sentarse en silencio en presencia del maestro; y afrontar las luchas de poder personales con los compañeros de trabajo de la cocina es tan trascendente como entender el Sutra del Diamante, de Gautama el Buda. Incluso los altibajos de las aventuras amorosas tienen su lugar en el viaje de descubriree quiénes somos.

   Es en el contexto de este enfoque de la vida, de este compromiso para hacer de la totalidad de la vida una meditación, que se ha creado este tarot. Y está dedicado al buda que todos y cada uno de nosotros somos en nuestro interior.

 

Ma Deva Sarito