El Espejo de la Lujuria
Figuras
Estábamos solos.
Los dos, nadie más.
Únicamente nosotros dos.
Desnudos.
Solo los cuerpos.
Las mentes decidieron guardar silencio.
Y como les costaba.
Decidieron alejarse.
Las almas contemplaban.
Guardaron los destinos.
Y nos dieron libertad.
Los cuerpos solos, llenos de deseo.
Nada más.
Nadie más.
Solo nosotros.
Desnudos.
Frente a frente.
Mirándonos.
Nos acercamos.
Nos tocamos.
Nos besamos.
Y nos poseímos.
Tres días duró la escena.
Al cuarto despertamos.
Y pudimos comprobar que todo había sido cierto.
Verdad.
Y aún seguíamos enamorados.
De la vida.
De nosotros.
Decidimos entonces salir.
A la calle.
Al re-encuentro.
Pero las mentes no estaban en ese momento.
Descansaban.
Las almas tampoco.
Contemplaban.
Solo quedaban los cuerpos.
Desnudos.
Tu y Yo.
Nadie más.
Entregados.
¡¡¡ Como locos !!!
Dirían algunos.
¡¡¡ Como enamorados !!!
Decíamos nosotros.
Y pasaron otros tres días más.
Solos los dos.
Desnudos.
Entregados a la Lujuria.
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