EL MAGO

A partir de otras cosas nunca extraerás la 

Unidad, a no ser que hayas logrado la Uni-

dad en ti mismo.                                     

 

Dorn      


Comentario personal

 

El Mago

 

El Tarot fue creado en el antiguo Egipto por uno de los grandes Personajes, o Dioses, que ha tenido la esta humanidad: Thot, Hermes para los griegos.
Él fue el creador también del libro "El Kybalión". Un texto donde, de una forma breve y sencilla, se describen las siete leyes básicas, necesarias y fundamentales para poder alcanzar un día el título de Personas Humanas.
(Es decir, el día que dejemos de matarnos unos a otros). Y posteriormente poder manifestar lo que ya somos a un nivel profundo e inconsciente: Hijos de Dios.


La primera de esta siete Leyes es "El Principio del Mentalismo" y dice así:
"El Todo es Mente; el Universo es mental."
"El Universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO."
"La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental."

 

Este es el Mago.
Nuestro Mago interno.
Ese poder que Todos tenemos y que cuando lo conocemos y lo ponemos al servicio de la Unidad es capaz de crear cosas únicas, bellas, armoniosas.
Cuando ponemos al ego en su lugar podemos conocer ese poder y entonces nos convertimos en Magos.
Los creadores de nuestro propio bienestar, de nuestra propia vida, de nuestra propia existencia.

 

Lo puedes creer o no.
Si lo crees así será y llevarás razón.
Si no lo crees así será y también llevarás razón.
En ambos casos tendrás toda la razón.

 

Así como sientas, pienses y actúes así será.

 

El Mago convierte un simple objeto en una bella flor, en una paloma símbolo de la libertad.
Por qué no convertir nosotros nuestro sufrimiento en gozo, nuestro pena en alegría, nuestra pobreza en riqueza, nuestro llanto en risa.


Todo cuanto ocurre en nuestro exterior no es más que aquello que ya está ocurriendo en nuestro propio interior.
Así de simple.

 

La gran labor del alquimista siempre ha sido la transformación o la transmutación de los metales más bajos en oro, es decir: de los pensamientos más espesos y oscuros en pensamientos ligeros, suaves; pensamientos de luz.
Para iluminarnos y para poder iluminar.

 

Ese es el camino.
El Camino del Mago.

 

                                                                                 Manuel Lobón

 


 

Tarot Aleister Crowley

 

(Del Libro: "Manual para el Tarot Thoth de Aleister Crowley" de Gerd Ziegler)

 

El Mago

 

Palabras clave: Mercurio; comunicación, actitud positiva ante las formas de comunicación; flexibilidad, ingenuidad.

 

  El mago autorizado por Crowley, a quien llamaremos "Mago transcendental", está representado por el dios griego Mercurio, velos mensajero de los dioses (con alas amarillas en los talones). Mercurio es un símbolo de la energía radiante en expansión. La carta representa la voluntad, la sabiduría y la palabra pro la que fueron creados los mundos.

  Con increible agilidad, Mercurio posa de pie sobre un soporte parecido a una tabla de surf y hace malabarismos con los distintos instrumentos de comunicación. Es un genio a la hora de utilizar los medios a su disposición.

  En su dualidad, Mercurio representa la verdad y la falsedad. Derriba todas las opiniones y juicios establecidos, por lo que muchas veces se sospecha de él. Y es que, como ser creativo que es, no tien un concepto claro de lo que es la conciencia. Hace todo lo que está en su poder para alcanzar su meta. La tentación de hacer un mal uso de sus talentos es muy fuerte. Sus conocimientos y su destreza le dan un aire de superioridad y de poder. Para él, la frontera entre la magia blanca y la negra siempre es borrosa. Por esta razón se ve obligado a ponerse a prueba constantemente. Tan pronto puede explotar su talento de manera egoísta como utlizarlo al servicio del amor y la luz.

  En la imagen de la carta, el Mago juega a hacer malabarismos con los instrumentos sde comunicación. Su cara sonriente indica que se comunica con humor. La alegría y la facilidad con que maneja sus habilidades son señal de que hace un uso positivo de ellas. El mono es el compañero de Thoth, dios egipcio de la sabiduría. Revela que la verdad nunca puede ser absoluta. Toda manifestación externa creada, por ejemplo, mediante la palabra, incluye un elemento de ilusión.

  Los objetos con los que juega simbolizan las distintas áreas de la comunicación:

 

1- Monedas: cuerpo, materia, finanzas.

2- Fuego: inspiración, transformación, dinámica.

3- Vara: filosofía, religión, espiritualidad.

4- Flecha: franqueza, determinación, honradez.

5- Pergamino: autoría, publicaciones.

6- Huevo alado: percepcion extrasensorial, telepatía.

7- Copa con serpiente: emociones, relaciones, sexualidad.

8- Espada: intelecto, lógica, análisis.

 

  Las dos serpientes que salen de la cabeza del Mago son un antiguo símbolo egipcio de la curación y la regeneración (caduceo). En este contexto, apuntan al rejuvenecimiento de la mente. Sobre ellas encontramos el ojo de Horus (dios del sol) y la paloma (símbolo del espíritu).

  El Mago recibe su inspiración a través del espíritu del universo, cuyos mensajes transmite a la tierra. Esto queda subrayado por las líneas azules y amarillas de energía, que atraviesan su cabeza y su cuerpo y reaparecen por debajo de sus pies.

   Sin la constante referencia a los poderes espirituales del universo, es incapaz de cumplir sus tareas. Por lo tanto, el Mago está al servicio de un poder más alto. Si es capaz de reconocer y aceptar su verdadero papel, iluminará la oscuridad de la incertidumbre y los malentendidos.

 

Interpretación: Tienes excelentes habilidades que deberías compartir con los demás, y una de tus tareas más importantes es encontrar y crear el entorno adecuado para tus actividades y empresas.

 

Pregunta: ¿Cuáles son tus talentos? ¿Con qué medios y en qué marco puedes transmitirlos?

 

Sugerencia: Visualiza tu área de creatividad. Describe lo que ves.

 

Afirmación: la libre expresión de mis posibilidades creativas me llena de alegría y satisfacción.

 


 

Tarot Oswald Wirth

 

(Del libro: "La sabiduría del Tarot" de Elisabeth Haich)

 

El Ilusionista

(El mago)

Número 1

Letra: Alef

 

Esta carta representa a un muchacho lleno de fuerza que, a través de la postura de su cuerpo, forma la letra Alef. Tiene el busto ligeramente inclinado hacia su derecha. Con la mano derecha señala hacia abajo, con la izquierda hacia arriba, siguiendo el movimiento de la letra Alef. Esta postura nos recuerda una primera verdad, tal como nos es enseñada por el gran iniciado Trimegisto en su TABULA SMARAGDINA HERMETIS (Tabla esmeralda de Hermes) "Analogía entre lo de arriba y lo de abajo.

  La ropa del muchacho es extraña y colorista. Lleva un gorro que, si se le observa con atención, no le sirve de sombrero. El fonde de esta especie de cofia es la cabeza del muchacho, un círculo cerrado  rojo, que simboliza su espíritu eterno, su Yo supremo. Esto significa que el ilusionista no es aún totalmente consciente, que su espíritu tiene todavía mucho de inconsciente y de invisible. El color rojo indica que el espiritu, positivo-generoso, es un fuego divino. Por eso se encuentra en un círculo cerrado, ya que el espíritu no puede nunca manifestarse en el mundo material exterior. El espíritu pertenece a otro mundo. En el mundo material, es invisible, empalpable, imperceptible a los órganos de los sentidos. Por eso, el espíritu necesita de un instrumento, para que pueda manifestarse bajo la forma  de una idea, de un pensamiento o del conocimiento. Este medio de expresión es el entendimiento, que está aquí simbolizado por el ala del gorro y que forma el signo horizontal, utilizado por los matemáticos para expresar "el infinito". El borde de este ala es amarillo, el color de la inteligencia; lo demás es verde, que simboliza la simpatía, la benevolencia y la amistad. Este joven mago expresa, por tanto, su espíritu de fuego, indivisible y eterno, que jamás nació y que, por consiguiente, nunca morirá, no sólo por la permanencia del pensar y del saber, sino también por la simpatía, la benevolencia y la amistad.

   Lleva una especie de justillo ceñido, rojo con cuello azul, adornado en el centro por una banda azul. El justillo está ceñido porque aquí no representa un vestido sino el cuerpo del mago. El color rojo simboliza el ser espiritual que, como su cabeza, es positivo. El azul del cuello y de la banda central, ribeteados de blanco, expresan su amor al prójimo, puro y generoso. Este amor está en él, pero a lo largo de su existencia se deja dominar por ese amor universal, ilustrado aquí por sus dos piernas cubiertas de medias azules y que lo llevan por el camino de la vida.

  Los dos brazos significan  los dos grandes principios polares de la creación, el polo masculino, activo, positivo y creador, y el polo femenino, pasivo, negativo y receptor. Están cubiertos con volantes de distintos colores. Ello indica que el mago es hábil don sus manos: con inteligencia, el amarillo; cin buenas intenciones y benevolencia hacia sus semejantes, el verde; por debajo, lleva también una prenda de punto que, aquí también, revela su entidad real. Los puños rojos significan que irradia una energía espiritual en sus actividades y en su trabajo, cuando se deja llevar por su amor al prójimo y por su humanidad.

   Los cinco botones que vemos sobre la banda azul de su justillo son amarillos. Representan los órganos de los cinco sentidos que empalman su mundo interior con el exterior.

  Ante él, una mesa de la que sólo se ven tres patas, apoyándose la cuarta en el mundo invisible del espíritu. El suelo sobre el que el ilusionista practica su arte es, en su mayor parte, una base material. La persona física del mago vive en el mundo visible y concreto, es por tanto aquí donde debe cumplir su misión. No obstante, una parte de sus acciones, la cuarta pata de la mesa, se apoya en unas bases espirituales e invisibles.

  Sobre la mesa, todavía inutilizados aunque preparados para serlo, tres objetos simbólicos del Tarot: el Cáliz, la espada, la moneda. El mago tiene, en su mano izquierda, el símbolo más importante, el bastón o cetro que termina en sus dos extremos con sendas bolas de distinto color que representan de nuevo los dos principios opuestos, rojo para el positivo y azul para el negativo. Sostiene el cetro de manera que la extremidad positiva se dirige hacia lo alto, mientras que el extremo negativo se dirige hacia la moneda. El bastón simboliza la letra JOD, que representa la primera manisfestación divina, una sola llama, de la que se desprenden todas las demás letras, y de de donde surge poco a poco toda la creación. En la mano del ilusionista, este cetro se convierte en la "varita mágica". Es la energía creadora del mago con la ayuda de la cual plasma, en el mundo visible, la voluntad de su Yo supremo. Él puede realizar verdaderos milagros y se convierte, poco a poco, en un mago blanco. El cáliz, azul en el exterior, por tanto femenino, negativo y receptivo, contiene el espíritu, el principio del fuego masculino positivo, representado aquí por el líquido rojo. El cáliz reposa sobre un pie de seis lados, formado por  dos triángulo entrelazados que simbolizan los mundos espiritual y material. El cáliz atrae la atención sobre los principios psíquicos del mago, revela su receptividad y su capacidad de asimilación de todo lo que es bueno, de las verdades divinas y supremas del espíritu.

   La espada está también al descubierto, inutilizada. Significa la valentía del mago con la que está dispuesto  a luchar contra las sombras del infierno y del inconsciente y por la luz divina de la conciencia, como un Sigfrido luchando contra el dragón de Nothung.

   Encontramos también una moneda de oro. El círculo representa siempre el espíritu. Pero la cruz grabada en la moneda muestra aquí un espíritu muy poderoso y particular que, de su enorme fuerza concentrada, crea la materia, reina sobre ella y reúne en sí dos polos, el espíritu y la materia. Es la moneda, el dinero. La idea contenida en esta palabra "dinero" es puramente espiritual. ¿O tal vez "el dinero" sería material? -¿Quién vio o tocó el dinero?- Nadie todavía. Por supuesto, se tiene en la mano un trozo de papel o de metal al que se atribuye cierto valor. Billete o moneda, sólo tienen valor si están señalados, además tenemos que creerlo. El mismo billete o la misma moneda no representan absolutamente nada, si en ellos no está impreso o grabado un valor. En este caso, deja de ser "dinero". Y desde el momento en que perdemos la confianza, el billete de banco es sólo un trozo de papel inútil y la moneda sólo tiene el valor de su metal. Y éste depende además de la demanda. Imaginemos un hombre perdido en el desierto y muriéndose de sed. El descubrimiento de monedads de oro o plata no le serviría de nada, mientras que un vaso de agua le salvaría la vida. El dinero es, por tanto, un concepto espiritual y no algo material que se pueda ver o tomar en las manos. Es exactamente el espíritu de la materia absoluta, porque como tal concepto no se le puede designar con el nombre de ninguna materia. Sin embargo, es con esta materia sin nombre con la que se pueden adquirir todos los tesoros materiales de la tierra, terrenos y propiedades, alhajas y mobiliario, vestidos y todo lo demás. El dinero es por tanto el espíritu absoluto y sin nombre de la materia.

   En la ilustración del ilusionista, la moneda no representa un valor corruptible, sino ¡mucho más! Simboliza la fuerza interior y espiritual del ser por la que el mago puede dominar los valores del mundo material ¡si conoce el secreto! Nuestro mago lo conoce, posee ya el secreto del "dinero".

   Un poco por detrás de sus piernas, sale una flor, es decir algo material. Tiene tres hojas y un capullo. La hojas representan los tres grandes principios: espíritu, fuerza y materia. El capullo, rojo, simboliza el espíritu. Esto significa que el espíritu del mago, como una flor, todavía no se ha manifestado en su plenitud. El espíritu, como la flor, está presente pero inconsciente en muchos aspectos. Lo mismo que la flor que no revela aún su magnificencia, tampoco el mago se muestra en la plenitud de su espíritu, de su Yo superior. Sus tesoros divinos y supremos están aún depositados en el inconsciente. Por eso la flor se encuentra detrás de él, como el inconsciente está detrás de la conciencia. La flor se abrirá, el mago manifestará totalmente su ser interior: sólo es cuestión de tiempo.

  Esta figura del ilusionista presenta a un hombre que acaba de despertarse, que de pronto se ha hecho consciente y se da cuenta de que está realmente aquí, de que vive aquí y ahora. Por primera vez en esta situación de conciencia, vive y siente en sí el presente absoluto. Su Yo es ilimitado e infinito en el inconsciente, como lo demuestra el gorro, símbolo de ese infinito. Pero su conciencia de sí, de la que acaba de vivir el primer despertar, es ilimitada. Esta luz es sólo el primer destello de Dios que no puede iluminar todo su ser divino. Sigue siendo un niño divino, pero ya es un comienzo; un niños es el comienzo de un adulto, lo mismo que el número UNO es el comienzo de toda serie de cifras y Alef la primera letra del alfabeto.

  El ilusionista representa a un ser humano que puede ser lo mismo un ser femenino  que masculino. Esta imagen del despertar nos muestra aquí a un hombre, pero no significa en absoluto que el hombre solo pueda vivir en ese estado. En esta primera fase del conocimiento de sí mismo, el sexo no existe. El ser humano, masculino o femenino, vive en un estado espiritual positivo; por eso, ese estado se representa por la silueta masculina. El que se encuentra en este grado de conciencia concentra en sí todos los dones de Dios, que le ayudarán a lo largo del camino que lelva al conocimiento de sí mismo.

   El mago posee ya la varita mágica que le permite abrir todas las puertas del inconsciente. Su alma es como el cáliz en el que puede saciarse del néctar divino. La espada está a su disposición, para combatir las sombras del infierno y del inconsciente y conquistar la luz divina del Yo, del saber universal. Por último, posee la moneda de oro, poder espiritual que domina todo lo que es materia. Conoce el valor real y divino de todas las cosas y ya no puede perderse en la jungla de los valores mentirosos de este mundo.

  Aunque tiene todos esos tesoros, todavía no es un "mago activo". Posee todos esos dones de Dios, pero no los utiliza. No sabe que tiene en sus manos todos los atributos necesarios para hacer de él un verdadero mago blanco que trabaje en el jardín de Dios. El está ahí, inactivo, pero dispuesto a emprender el largo camino del conocimiento de sí mismo.

   La imagen del ilusionista lleva la cifra 1 y la letra Alef. El 1 es el número divino que existía ya antes de que naciera de él ninguna cifra. El 1, indivisible y eterno, es el padre de todos los números. Es el único por el que se puede multiplicar cualquier otra cifra sin que cambie su valor. Dice Vishnu-Purana:"Fuera del solo UNO, no había ni día ni noche, ni cielo ni tierra, ni oscuridad ni claridad, ni ninguna otra cosa". Ramakrishna, el gran iniciado indio, explica la misma idea: "Conoce el UNO y conocerás el todo". Si añadimos ceros detras del uno, obtendremos millares. Si quitamos el uno, no queda nada. El valor de la multiplicidad se apoya en el uno. Primero el uno, después lo múltiple. Primero Dios, luego el mundo y las criaturas.

  Esta carta lleva a la letra Alef, que corresponde al primer nombre de Dios, tal como Él mismo se llamó cuando Moíses le preguntó: "Pero si me preguntan cuál es su nombre, ¿qué les responderé?" Dios dijo a Moisés: "EHEIE es mi nombre, porque YO SOY EL QUE SOY" (Exodo 3,14).

   Esta carta representa en la Cábala el primer coro de los Ángeles, los Serafines. SERAF se identificaba, hasta la época del profeta Isaías, con una serpiente sagrada dotada de tres pares de alas. Isaías tomó este nombre para designar a los ángeles. Así, a partir de entonces, Seraf es un ángel con tres pares de alas. SEFIROT es un grupo de ángeles. La Cábala nos dice que existen diez Sefirot creadores. Traducida literalmente, la palabra Sefirot significa EMANACIÓN.  En la jerga científica, eso se llamaría hoy: "Campo de emanación de energía". Cada Sefirot tiene su cifra y su letra, así como su correspondiente atributo. El atributo del primer Sefirot es Kether, la corona, símbolo del conocimiento de sí. La corona representa el poder  de un rey en su país; el conocimiento de sí da al hombre la fuerza para dominar a todos los poderes del universo. El conocimiento de sí es su corona.

  El alfabeto hebreo cuenta con tres letras a las que llama "madre". Esas tres madres son ALEF, MEN Y SIN. Las tres expresan un nacimiento y por eso fueron llamadas "madre". Alef es el primer nacimiento, el nacimiento del niño divino, de la CONCIENCIA DE SÍ. El alma purificada del ser ha dado a luz al niño divino. El hombre es un niño todavía que mira en torno a sí y no puede aún emplear los atributos divinos ni los talentos recibidos de Dios. Su actividad irá evolucionando con el tiempo hasta convertirse en adulto. La Letra Alef, la madre, ha dado a luz por tanto al primer destello consciente.

  La cifra 2 y la letra ALEF son el comienzo de un desarrollo. El número divino 1 es el origen de todos lo números hasta el infinito, y la letra ALEF la primera de todas las letras del alfabeto. El capullo es el comienzo de la apertura de la flor, lo mismo que la actual situación de la conciencia del hombre con sus instrumentos mágicos es el comienzo del camino, largo y difícil, que lo conducirá al fin supremo, a la CONCIENCIA TOTAL, perfecta y divina.

 



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