" Si un hombre persistiera en su locura, se volvería sabio. "
(William Blake)
Del libro "Introducción al Tarot" de Paul Foster Case.
En las paginas 10 y 11 de RESPLANDORES ha leído una breve explicación de esta Clave; y en la tabla de la página 24 y 25 del mismo folleto ha encontrado que El Loco es la figura del Tarot para la Superconsciencia y el poder cultural.
Sí cualquiera de los otros detalles mencionados en el folleto trata de aferrarse a su memoria, bien y bueno; pero no haga esfuerzos para memorizar nada del material de RESPLANDORES. Puede que perciba la razón de algunas de las atribuciones. Otras pueden parecerle rebuscadas; no obstante, encontrará en los siguientes parágrafos todo cuanto necesita saber para colocar el fundamento de una comprensión cabal de la Clave 0.
Todas las Claves del Tarot tienen dos niveles diferentes de interpretación. Está el externo, el significado superficial que parece percibirse a simple vista. Y está el mas profundo, el significado interno, que puede ser traído a la superficie de la consciencia sin esfuerzo, o tensión, por él simple acto de mirar atentamente la Clave.
Superficialmente El Loco es el dibujo de un hombre descuidado, que mira el cielo y esta próximo a caer de gran altura, en un profundo abismo. Corresponde exactamente a la sabiduría proverbial concerniente a la tontería de tener la cabeza en las nubes.
Aun así, si no obtiene mas que esto de la Clave O, encierra una valiosa lección. Se corre el riesgo de grave peligro cuando se está tan absorto con el "mirar al cielo", real o metafórico, que no pone atención a su situación presente.
Así que la primera lección del Tarot es esta:
NO SE PROYECTE TAN LEJOS EN EL FUTURO QUE PIERDA DE VISTA EN DONDE SE ENCUENTRA AHORA. LOS SUEÑOS, LAS VISIONES Y LOS IDEALES TIENEN SU LUGAR APROPIADO, PERO QUIEN SE PIERDE EN LA CONTEMPLACIÓN DE IRREALIDADES SE DESADAPTA PARA ENFRENTARSE A LOS ASUNTOS PRÁCTICOS DE LA VIDA.
En un nivel mas profundo de interpretación, El Loco es una pintura de lo que debemos usar en todos nuestros esfuerzos por lograr mayor medida de libertad. Se le han dado varios nombres a este poder: Puede designárselo con cualquiera de los enumerados en RESPLANDORES. Puede llamarle Dios, puede llamarle el Yo real. Los nombres son solamente rótulos, algunos mejores, otros peores. Continúe usando el que acostumbra, a menos que alguno de los mencionados en nuestro folleto le parezca estar mas próximo a ser el adecuado.
Lo más importante que debe tener en mente, cuando mira la Clave O, es que ella es realmente el aspecto mas perfecto y completo de usted mismo. Es la parte suya que está por encima y más allá de su personalidad externa. Por encima y mas allá de su mente pensante y consciente. Parte de su mismo Yo, recuerde, o quizá mas verdaderamente su Todo, del cual su mente, cuerpo, y todo lo demás que entra en su personalidad, aparentemente separada, es sólo parte.
Esta es una pintura del Ser, absolutamente libre y perfecto, que es el principio animador y esencia dé su personalidad externa. Lleva el número O, porque el O no es en modo alguno un símbolo de la nada.
En aritmética oculta el O representa la unidad absoluta. Esa Realidad Una que está antes de todo principio. No es algo que conozcamos directamente. Podemos sentirla. No podemos definirla. No podemos probar que realmente existe porque está más allá de nuestra lógica y de todo posible razonamiento así como más allá de toda otra limitación concebible. Empero, el informe unánime de los Sabios es que este Poder de Vida Una, es una presencia real que llena el universo; y Aquellos que Saben son testigos de que más allá de los límites y definiciones de la lógica, es posible una experiencia de esta Juventud Eterna cuya Vida circula a través de la creación y es la fuente de vitalidad de todas las vidas menores.
Un examen más cuidadoso de ésta pintura le mostrará que, aunque El Loco se encuentra cerca o al borde de un precipicio, hay suficiente espacio para que pueda dar otro paso adelante. La tradición esotérica, que ha llegado hasta nosotros procedente de los inventores originales del Tarot, dice que éste simbolismo significa una verdad eterna. No importa cuan lejos pueda avanzar el Poder de Vida, siempre puede dar un paso más.
Al nivel personal de interpretación, aplicable a usted, esto significa que nunca podrá llegar al limite de sus posibilidades. Algunas veces puede perderse en un callejón sin salida; pero aun así puede siempre volver sobre sus pasos un poco y arribar a un lugar donde sea posible un progreso más amplio.
Hay profundas razones metafísicas y filosóficas para la selección del título de la Clave 0. No necesitamos entrar en ellas ahora. Una razón es obvia. Los hombres de visión superior son considerados, usualmente, por sus Contemporáneos como algo tontos. Todo gran profeta, todo gran inventor, todo gran descubridor ha sido befado.
Aquí seria bueno añadir que esto no quiere decir que todo necio sea realmente un hombre superior a sus compañeros. No debemos caer en el error de aquellas tribus primitivas que consideran a los locos como inspirados por la Divinidad. Un buen número de personas que se suponen civilizados parecen abrazar este error, aún hoy. Considere el efecto hipnótico de un Hitler, o de un Mussolini, sobre sus seguidores. Mire los avisos de la página religiosa de cualquier periódico metropolitano y podrá ver por sí mismo que la psicosis es a menudo tomada por profecía.
Durante los tres días que mire la figura de El Loco, no haga esfuerzos conscientes por interpretar los símbolos. Si le viene una idea anótela.
Provéase de un cuaderno de hojas cambiables. No haga ningún esfuerzo especial por llenarlo. Una idea puede ocurrírsele en cualquier momento y puede anotarla en un pedazo de papel o en el reverso de un sobre. A medida que progrese con este trabajo, encontrara que le toma muy poco tiempo, una o dos tardes en la semana, revisar sus notas y añadir algo a ellas.
El interés crece con la atención; y a mayor tiempo trabajado con sus Claves del Tarot más le intrigarán.
El uso práctico más importante de la Clave O, es ponerlo en contacto, con sus fuentes de poder interno. Después de que haya mirado la pintura por tres días consecutivos, encontrará que puede emplazarla fácilmente ante los ojos de la mente. Simplemente piense en ella y la verá.
Así puede mantener su mente en esta figura particular siempre que lo desee. Y encontrará que, aún con una momentánea mirada a este alegre viajero a través del espacio, le ayudará a levantar su ánimo.
Pruébelo siempre que esté acosado por un estado de depresión. No trate de suprimir la disposición de ánimo. Solamente mire El Loco. Mire la figura real y manténgala a mano. Mírela mentalmente si se encuentra lejos de casa.
Pronto la experiencia verdadera le convencerá de que por alguna razón siempre hay una reacción positiva. Podríamos gastar páginas para explicar las razones psicológicas de esto, y si Usted es una de aquellos que quiere saber porqué el Tarot opera sus maravillas, tendrá plena oportunidad de comprendedlo, a medida que progrese en el plan de estudios de CONSTRUCTORES DEL ADYTUM. Por ahora, lo más importante es saber que trabaja; y esta práctica simple y fácil le convencerá pronto de qué hay una potencia casi mágica en esta pintura. Es un seguro antídoto contra la depresión.
TAROT Aleister Crowley
(Del libro: "Manual pra el Tarot Thoth de Aleister Crowley" de Gerd Ziegler)
EL LOCO
Palabras claves: candor, fe, voluntad de arriesgarse; valor de aceptarse a uno mismo; libertad e independencia, creatividad, gran potencial; oportunidad de dar un salto cuántico; escucha la voz de tu corazón.
El Loco está representado por Dionisio, dios de la primavera. El color verde refleja la pontente fuerza creativa de esta estación. El cocodrilo (dios egipcio de la creatividad) es también un símbolo de enormes posibilidades creativas.
El largo cordón umbilical, vínculo con la unidad cósmica, forma cuatro espirales alrededor del Loco. Hay posibilidad de renacimiento del ser humano en todos los ámbitos: espiritual, mental, intelectual, emocional y físico. La clave es estar dispuesto a cambiar en todas las áreas y a reconocer la necesidad de realizarse.
Los significados de las espirales, comenzando por la del centro, son los siguientes:
Primera espiral alrededor del corazón, en forma de corazón: renacimiento emocional; reconocimiento, percepción y aceptación de las propias necesidades emocionale.
Segunda espiral, con tres símbolos: La paloma simboliza la vulnerabilidad y la sensibilidad como base para el amor a uno mismo y a los demás. Esto requiere la capacidad de retirarse, el valor de decir "no" a las relaciones ambiguas. La mariposa simboliza la tranformación (de oruga a mariposa). Las dos serpientes entrelazadas (caduceo) simbolizan el compromiso con la salud y la curación.
Tercera espiral: Los dos niños desnudos entrelazados dan un nuevo significado a las relaciones. La calidad de las relaciones con la familia, los amigos y los colegas, y los lazos emocionales profundos, deben reexaminarse y evaluarse. ¿Qué tipo de personas quiero tener en mi vida?
Cuarta espiral: Simboliza los temas representados por el cocodrilo y el tigre. El cocodrilo te empuja hacia la realización de tu potencial creativo en tu trabajo y tu vida profesional. La rosa significa la revelación de la creatividad. La fuerte mandíbula del cocodrilo muestra cualidades de perseverancia y de liderazgo, incluida la habilidad de actuar de forma independiente y responsable. Parece inminente un corte importante don las condiciones ya familiares y establecidas.
El tigre es el símbolo del miedo. Este tigre del miedo muerde repetidas veces a Dionisio, pero él sigue mirando hacia delante, sin hacerle caso, liberándose de esta manera del poder del miedo. El tigre no puede hacerle daño en realidad. Vemos aquí la confianza imperturbable de un ser que vive con el miedo sin sucumbir ante él. Esto es la liberación, la apertura a los sucesos místicos y a las experiencias transpersonales; la liberación de uno mismo con el apoyo de fuerzas primitivas dinámicas que nos empujan hacia delante y cuyo desarrollo creativo es imparable.
La copa en la mano derecha del Loco y el fuego en su izquierda son símbolos alquímicoss (véase la carta "El Arte"). Representan la fusión del fuego y el agua. El enfrentamiento entre opuestos incompatibles causa la transformación, el salto cuántico, el nuevo ser.
La uvas, símbolo de la fertilidad, están maduras y listas para ser cosechadas. Los puntos blancos contra el fondo amarillo representan el otoño, época de la cosecha; el caer de las hojas simboliza la despedida, la confianza absoluta, la devoción. Las monedas con los símbolos astrológicos reflejan la riqueza desbordante que puede haber en todas las esferas si se le da suficiente espacio a la creatividad para desarrollarse.
Los cuernos en la cabeza de Dionisio simbolizan un nivel elevado de conciencia. El arco iris circular alrededor de su cabeza es un símbolo de totalidad, de unificación, del puente entre el cielo y la tierra, entre el mundo interno y el externo. Las flores entre sus piernas representan el proceso dinámico de transformación. Debajo, los elementos activos (tres flores: cuerpo, intelecto y espíritu) se funden con los pasivos (la receptividad y la voluntad de aprender), expresados arriba por la gran cantidad de hojas.
El sol en el regazo de Dionisio indica la aceptación de la energía sexual básica. Los poderess creativos y de transformación liberados por el sol irradian desde el interior de los que aman y celebran la vida en todos sus aspectos terrenales y divinos.
Interpretación: Estás listo para un nuevo comienzo y tal vez incluso para dar un gran paso hacia delante. Relájate y toma ese primer paso, aunque tus miedos intente detenerte. Fíate de lo que dice tu corazón.
Pregunta: ¿Por qué sientes que debes cortar todos tus lazos para ser libre? ¿qué elemento en tu vida actúa como el "tigre del miedo"? ¿Qué consideras que constituye un valiente salto hacia algo nuevo? ¿Dónde te lleva el corazón?
Sugerencia: Saca más cartas para las preguntas anteriores si la respuesta todavía no te resulta clara.
Afirmación: Ahora quiero hacerle caso a mi corazón. Estoy abierto y dispuesto a ir donde me lleve.
TAROT DE OSWALD WIRTH
Libro: "La sabiduría del Tarot" de Elisabeth Haich
EL LOCO
¡Qué extraña criatura! Parece totalmente despreocupada de su aspecto exterior, tan insólito. Este ser extraño lleva un turbante formado por largas franjas de colores que parecen salir de su cabeza. Los colores son el rojo de la espiritualidad, el verde de la amabilidad y del amor a los demás, el amarillo de las fuerzas de la razón por el que manifiesta su espiritualidad, y el blanco de la pureza. Los colores del vestido son idénticos, aunque se les añade el azul de la fe en Dios y de la devoción. Un pañuelo verde cubre la parte posterior de la cabeza y del cuello, tapando el pelo y las orejas. Tiene la cara descubierta, no tiene bigote, pero una escasa barba morena en el límite del pañuelo encuadra su rostro. En realidad, no se distingue nada de su cabeza ni de su cara, demasiado grande para su estatura. Evidentemente, no se trata de su verdadero rostro, sino de una máscara que no se ve en detalle porque el LOCO mira hacia lo alto, hacia las esferas superiores, hacia el cielo donde él permanece y no hacia la tierra. Por lo tanto, sólo el que levanta su mirada puede observar la cara del loco.
En mano derecha, la varita mágica se ha convertido en el bastón del pertegrino, de color rojo que simboliza la ayuda espiritual concedida a lo largo del camino. En su mano izquierda, sostiene otro bastón verde que lleva, no obstante, sobre su hombro derecho. Por tanto, ha hecho pasar todo lo negativo sobre el lado positivo. Ya no tiene nada a la izquierda, pues hasta su mano izquierda está a la derecha. Un pequeño fardo cuelga del extremo del bastón. Ahí están todas las posesiones del LOCO que, como lo indica el color, son espirituales.
Lleva un leotardo amarillo, desgarrado por un extraño animal que desnuda así su trasero. El animal muerde también la pierna, pero el Loco no se preocupa por eso, como si fuera insensible. Tranquilo, sigue su camino, mira hacie el cielo, lleva su fardo sin preocuparse de los animales que lo atacan por detrás, lo mismo que no le inquieta la presencia de un cocodrilo que lo espía y que parece, sin embargo, tener miedo a atacar.
Entre las piernas del Loco, volvemos a encontrar la flor roja. Está abierta, pero inclina hacia el sol su corola, para que nadie pueda observar su interior. El Loco ya no muestra sus tesoros.
¿Quién es el Loco?
Este Loco representa al hombre que, una vez pasadas todas las etapas posibles de su desarrollo en la tierra, ha llegado al peldaño superior. Su conciencia está unida a la conciencia divina. En su espíritu está tan lejos de cuantos lo rodean, que éstos no le comprenden. En el escalón del Colgado, aprendió a ver las cosas al revés de los demás, pero seguía mirándolas con ojos humanos. Desde que atravesó el umbral entre ambos mundos, desde que su ser terreno está muerto en el atanor y desde que volvió a salir de él como un ser divino, resucitado a una nueva vida, ya no puede ver las cosas con ojos humanos. Ni siquiera la vida terrena. Ha hecho pasar todo a la derecha, al mundo espiritual, su punto de vista es ahora divino y eterno. Para él, las diferencias entre lo finito y lo infinito, entre lo mortal y lo inmortal, se han borrado. Ve con claridad que sólo las formas cambian -él también por otra parte-, pero que no existe ni comienzo ni final. Nada puede morir. ¡No! Aunque uno quisiera o debiera morir, eso no sería posible. La muerte no existe. Sólo hay vida eterna, transformación eterna y rotación. La VIDA, donde quiera que mires, existe la VIDA. La planta que se marchita, un animal o un hombre que se mueren, han llegado sin más al finala de una etapa; tienen que cambiar sus vestidos terrestres y tomar otros. Lo que es -el YO- no puede morir porque jamás nació. Y lo que nació, la materia, el cuerpo, tampoco puede morir, porque esta envoltura terrena jamás tuvo vida propia. La planta, el animal y el hombre viven únicamente porque el espíritu -el YO- se ha metido en ellos y manifiesta su propia vida a través de su cuerpo. La materia, el cuerpo, no vive en realidad, y cuando el YO deja el cuerpo sólo queda el despojo mortal que se deshace. Para el Loco, la muerte hacia la que todo hombre siente un miedo cerval, consiste simplemente en quitarse la ropa, como hace todo el mundo por la noche, antes de acostarse. ¿Está muerto un hombre por estar desnudo? ¿O son los vestidos los que ahora están muertos, inanimados, porque ya no está el hombre dentro de ellos? Pero tampoco vivían los vestidos sobre el hombre. Siguieron simplemente los movimientos que éste impuso. Ahora bien, desde que el hombre se desnudó, ya no están ni más muertos ni más vivos que antes. El LOCO sólo ve las cosas con ojos divinos. ¿Cómo podría ser comprendido por los que no piensan más que en placeres corporales y hacen de ellos el fin supremo de su vida? Pues bien, todo eso no tiene para él la menor importancia. REduce al máximo sus actividades entre los hombres, justo lo necesario para no sorprenderlos. Ve a través de los seres y los comprende. Sabe, que a nivel de los seres normales, los hombres sólo pueden ser lo que son. Pero son ellos los que no lo comprenden. El Loco no discute. No se empeña en tener razón, porque sabe también que cada uno a su nivel tiene su parte de razón. Los que hoy no lo comprenden y le consideren loco llegarán un día a este escalón superior y entonces serán ellos los incomprendidos, ¡los locos! Es sólo cuestión de tiempo.
Los que no comprenden a este hombre no se conforman con su silencio. Quieren descubrir "su rostro" y conocerlo. Pero ¿Qué sucede? Que no pueden ver la entidad real de este hombre, los curiosos ni siquiera tienen la posibilidad. No podrían seguirlo en su mundo, pues no aguantarían sus vibraciones. Ni siquiera creen en "su mundo" y que es ese mundo el que constituye la realidad absoluta y no el suyo, mundo engañoso, onírico. Los seres primitivos no pueden verlo en su realidad y espiritualidad; sólo juzgan por lo que observan en el plano físico, por lo que hace con sus manos y sus pies, es decir, desde un punto de vista puramente material. Desde tiempo inmemorial, la parte física del ser humano estuvo siempre simbolizada por el ano, órgano que expulsa del cuerpo la materia inutilizable, los excrementos. De ahí que lo único que hace la "dentellada" del curioso primitivo es desnudar el trasero del Loco, dejando exclusivamente al descubierto su ser físico. Y a esto se reduce lo que pueden ver los curiosos. Pueden saber cuándo se levanta el Loco, cuándo se acuesta y cómo se comporta en su trabajo. Pueden observar todo ello con malicia. Pero esa gente no tienen la menor idea de lo que es la realidad espiritual de este hombre, y a semejanza de los animales de distintas especies que se desgarran unos a otros, pretenden destrozarlo. Pero jamás LO pueden ver. Lo mismo que no supieron ver a Cristo y sólo mataron su cuerpo.
El hombre que se acerca al final debe, por tanto, seguir su camino, lo "muerdan" o no los que viven a su lado. Él sabe que sigue siendo siempre igual a sí mismo y que los pensamientos y las palabras de los otros no pueden cambiar nada de esto. El es lo que es. Ya hace mucho que pasó su vanidad. La vanidad, la envidia, el odio son características humanas que sólo se cotizan en mentideros humanos. El lo mira todo desde el punto de vista divino. Sigue con calma su camino, sin dejarse alterarr. Cuando escucha a sus espaldas que alguien le llama loco, no por ello se siente molesto. Por una parte, lo encuentra natural, por otra, ya no puede sentirse ofendido. Con paz y comprensión hacia los otros, lleva el nombre de LOCO. Sabe que, de momento, ellos tienen que seguir pensando así. Los acepta como son: no deben cosecharse frutos verdes porque entonces no pueden llegar a madurar.
Esta carta no está numerada, pero lleva la letra SIN que, en sentido cabalístico, correponde al número 21. El valor numérico 300 es el resultado de la suma de 21 unida la 0 doble. 300, 3 y el doble 0, representa la multiplicación de la cifra divina 3 por el número 10 -la terminación de la creación en el universo- al cuadrado. Esta carta no lleva número porque es sólo la imagen exterior del hombre cuya interioridad esta simbolizada por la siguiente carta. Esa última carta del Tarot, EL MUNDO, expresa el interior del LOCO, la situación de su conciencia. La riqueza y el poder, ambiciones primordiales de los seres primitivos, ya no le interesan, pero estima en su justo valor los tesoros espirituales desconocidos por los demás. Por tanto, está LOCO. Pero este LOCO lleva en sí LA CONCIENCIA UNIVERSAL divina, simbolizada por la última carta.
Aunque no está numerada, intuimos que es la carta 21, que está relacionada con el número 21 puesto que su valor numérico es 300 y su letra SIN. Esta letra es la piedra fundamental de todo el alfabeto. En la Cábala, se dice que Dios creó SIN para que dominase sobre el elemento fuego. SIN es, por tanto, el fuego, el fuego del espíritu, del principio dreador, el Logos. Fue en un zarzal ardiendo, en el fuego por tanto, donde Moisés pudo ver a Dios. Y comprendió al momento que es, a través del fuego, como la vida -DIOS- se manifiesta en el mundo material. Pero el espíritu del fuego, que lo único que hace es manifestarse por el fuego visible y que no es el fuego visible, es la VIDA MISMA, es decir, EL MISMO DIOS. Nos dice Cristo en la Biblia: "...y yo os bautizo en el fuego..." Él, Cristo, es el fuego y la VIDA. Dice también: "Yo soy la VIDA". Si escribimos el nombre del Dios impersonal que lo domina todo, tomando todas las vocales y añadiendo la consonante H por la que Dios infunde la vida, el Yo, en el ser humano, obtenemos el siguiente nombre de Dios: IEHOUA (Joh He´Wau He´). Añadiendo la letra SIN, el fuego de la vida, en medio del nombre del Dios impersonal, tenemos entonces IEHOSHUA. Es el nombre del Dios personal, del Dios hecho hombre. En el hebreo original, el nombre de Jesús es Jehoshua. Jesús sólo se usa en las lenguas occidentales. Ahora comprenderemos toda la importancia de la letra SIN. Ella es el fuego por el que Cristo, el Yo supremo, nos bautiza y nos inicia en la VIDA. Esta carta representa al Hombre-Cristo.
Para el hombre todavía ignorante, la situación expresada por esta carta es nefasta. Pero el hombre maduro, con su conciencia unida al Todo, se hace aquí idéntico a Dios, vive según las leyes divinas mientras reconoce las leyes terrenas. El hombre sin conciencia no reconoce ni las leyes divinas, ni por otra parte las terrenas. No hace pie, se precipita en el abismo, en la "nada" y se hunde en una situación que llamamos locura. Para el ignorante, esta carta es el infierno; para el consciente, el Hombre-Dios, el paraíso.
La carta 12 del Tarot, EL COLGADO, cuya suma es el 3 unido al o del universo, está relacionada con el número 30 que es tambiéne el de los denarios por los que judas traicionó a Jesús. Esta carta, EL LOCO, lleva el mismo número pero con un 0 más, por tanto 300, significación cósmica. EL COLGADO sigue siendo un hombre, el LOCO es un Hombre-Dios llegado al nivel de la conciencia universal. Ahora vemos la relación entre el número 300 y la letra SIN: los dos significan HOMBRE-DIOS.
El Loco es un ser humano que, en su conciencia, ESTA UNIDO al LOGOS, a CRISTO, ¡a la VIDA!
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