Para los que se ven frecuentemente atacados por pensamientos como la envidia, los celos, la venganza, la sospecha, o padecen distintas formas de vejación.
Por dentro pueden sufrir mucho, aún cuando no exista una causa real de su desdicha.
Dr. Edward Bach (Los 38 Remedios)
Holly es para las personas que pueden ser malhumoradas, duras de corazón, incluso crueles y, en ocasiones, violentas. Sufren internamente -a menudo sin motivo de peso. Les parece muy difícil abrir su corazón a otros.
El estado negativo de Holly está lleno de odio, envidia y celos. Sufren, quizá sin darse cuenta, de inseguridad. Las personas Holly son suspicaces y agresivas. Carecen de la capacidad de amar y sienten una ira generalizada hacia sus semejantes.
Holly es un buen remedio para los niños que tienen celos de sus hermanos o hermanas.
El potencial positivo de Holly es una persona generosa, capaz de dar sin pedir nada a cambio. Tales personas son compasivas, cariñosas y simpáticas, dispuestas a compartir y no posesivas, un cuando tengan problemas propios. Sotenidas por un sentido de armonía interior, disfrutan verdaderamente de los éxitos de los demás. El Dr. Bac escribió: "Holly nos protege de todo lo que no es Amor Universal. Holly abre el corazón y nos unifica con e Amor Divino".
En general es un arbusto, pero también los hay arbóreos. Sus hojas son perennes, verdinegras y muy brillantes, con pequeñas drupas de color escarlata. Prospera en bosques y en las lindes de los zarzales. Las flores masculinas y femeninas son blancas, de suave fragancia, que por lo común crecen en plantas diferentes.
Principio
En inglés su nombre es parónimo de holy, santo, y en los países anglosajones sus ramas decorativas adornan las mesas navideñas como símbolo del renacimiento de la conciencia de Cristo en nuestro corazón. Esto no es una casualidad. La esencia de flores de Holly representa el principio del amor divino universal que mantiene a este mundo y es infinitamente más grande que la razón humana. ESte amor o suprema cualidad energética, a través de la cual y en la cual vivimos, es cono la fronda para un árbol, nuestro verdadero elixir de la vida, el mayor poder curativo, la fuerza impelente más intensa, la eterna verdad, la conciencia de la unidad, lo positivo en sí. Por esta razón, en el abanico de las treinta y ocho flores de Bach, el Holly ocupa un lugar preponderante.
Donde esta intensa fuerza del amor no puede ser aceptada, se trueca en lo contrario: la negación, la separación y el odio. Esta es la causa más profunda de los demás sucesos negativos de la vida. Cada uno de los que vivimos en la Tierra, tarde o temprano, consciente o inconscientemente, tiene que entenderse en su vida con este tema central de la Humanidad.
Cuando se vive en la corriente del amor o "en estado de gracia", el corazón está abierto y todos los hombres son nuestros hermanos, pero si el amor nos abandona, nuestro corazón se endurece y nos sentimos dolorosamente aislados, incomunicados, separados de todo. Sin embargo, como el anhelo de este amor está programado dentro de cada una de nuestras células, en estado Holly negativo luchamos interiormente por nuestra existencia. Cuando viene al mundo, todo ser quisiera dar amor y entregar amor. Si esto le es negado, experimenta una inconcebible decepción y comienza a deslindarse y a defenderse de aquello en lo que imagina no tener participación.
Debido a que el amor es una fuerza tan poderosa, su lado oscuro se manifiesta también en poderosos e intensos sentimientos: celos, venganza, odio, envida, rivalidad, gozo con el mal ajeno. Estos sentimientos, de los que ningún individuo de esta Tierra puede estar totalmente exento, se manifiestan notoriamente o bien transcurren más en el plano inconsciente. Entonces pueden convertirse en el fundamento emocional sobre el cual se originan enfermedades.
Por esta razón, es tan importante que se conozcan y reconozcan por parte de cada individuo estos sentimientos humanos en extremo negativos, pues son el espejo de las necesidades más íntimas. Indican lo que no se tiene pero agradaría tener y de este modo brindan la posibilidad de esforzarse convenientemente por lograrlo.
La envida, por ejemplo, es un sentimiento que no sólo está muy difundido en la vida económica, sino también en los llamados círculos espirituales. Se mira de soslayo para ver en qué medida ha avanzado el otro, si ya se encuentra en un "peldaño más elevado". Como en los seres humanos el anhelo de amor y desenvolvimiento por el camino espiritual es particularmente grande, estos sentimientos negativos deben manifestarse por fuerza hasta que no se dé realmente el paso para superar la separación del alma y entrar en la unidad y hayamos encontrado a Dios en nuestro propio corazón.
Los celos enfermizos, que buscan con afán lo que causa sufrimiento, son el ejemplo clásico y trágico del ansia de amor en condiciones negativas. Un hombre interiormente aislado y apartado del amor, pero que de pronto ha encontrado a otro ser hacia el cual puede dirigir su ansia de amor, se ve constantemente en peligro de volver a perder este amor, que por no conocerlo él mismo, tampoco lo puede irradiar. En lugar de eso esparce su inseguridad y sus miedos y, por ello, encuentra sufrimiento.
No sólo los celosos deber reconocer que ningún amor que vea su meta únicamente en otro ser humano, puede hallar a la larga su realización, si al mismo tiempo y en primera linea no busca su meta en la unidad divina.
En lo que se refiere al fenómeno de los celos, debiéramos distinguir entre la forma patológica y la forma normal, por así decir. La última siempre existirá transitoriamente en una relación amorosa, pues donde son activados los supremos sentimientos del amor, se activa al mismo tiempo el polo opuesto para dar el impulso a un nuevo paso evolutivo.
Deberíamos proceder con perspicacia cuando alguien dice que es tan tolerante que no conoce los celos. La probabilidad de que se trate de un hombre clarividente y sabio es muy exigua. Más bien cabría sospechar que este individuo es tan apático interiormente que ya no tiene posibilidad de sufrir y de amar.
Visto de este modo, siempre es motivo de alegría cuando aparece Holly en el diagnóstico, pues indica que el hombre posee en este punto central un potencial capaz de evolucionar aún, que está ávido de amor y también podrá dar amor.
Edward Bach dice: "Holly nos protege de todo lo que no es amor. Holly abre el corazón y nos comunica con el amor divino". Empezamos a intuir de dónde venimos, adónde pertenecemos y que todos somos hijos del amor. Holly nos ayuda a vivir siempre en el estado del amor, en ese estado de la belleza, la solemnidad y la realización el el que somos un corazón un alma con el mundo y podemos conocer y reconocer todo en el orden natural dado por Dios; en el que podemos alegrarnos sin envidia del éxito del otro, aunque nosotros mismos estemos en dificultades.
La cualidad del alma de Holly es el gran estado ideal humano al que aspiramos en tanto vivimos en la Tierra.
"Pues intuir y amar al Dios de la belleza y de la bondad aún en lo feo y lo malo y, en supremo amor, anhelar curarlo de su fealdad y su maldad, esto es verdadera virtud y moral" (Sri Aurobindo)
En la práctica, el estado Holly negativo no suele presentarse, a menudo, tan exagerado. En un país en el que durante generaciones fue de buen tono no hablar sobre los propios sentimientos, casi no podemos esperar otra cosa. Por este motivo, debemos tratar de sondear en el otro un estado Holly negativo a través del diagnóstico del diálogo. Las personas que están en el camino espiritual necesitan Holly con más frecuencia de lo que quisiéramos creer. En la fase terminal de las enfermedades incurables, Holly puede brindar benéfica ayuda.
Desde el punto de vista del diagnóstico, Holly, junto a Wild Oat, desempeña una función de apertura y clarificación. Cuando las esencias florales prescritas no dan el resultado esperado se duda acerca de cual de los muchos estados anímicos negativos identificables predomina, debería empezarse a optar por Holly o Wild Oat. Por el primero, cuando el individuo es activo e impetuoso. Por la segunda, cuando es del tipo más pasivo y callado.
Algunas experiencias cotidianas realizadas con Holly: cuando nace el segundo hijo, el primogénito suele, a menudo, generar celos en forma de mal humor, caprichos, etc. En estos casos Holly es muy efectivo. También en el caso de los perros que de pronto se encuentran con un bebé en la familia.
A veces, es necesario distinguir Holly de Chicory.
Holly: Representa el dictado más elevado del amor. Los sentimientos son más dolorosos, pueden relacionarse no sólo con seres humanos sino también con ideas.
Chicory: Representa un aspecto parcial del amor, el del dar y tomar. Prima la postura posesiva, exigente respecto a la otra persona.
Síntomas claves del estado Holly
Celos, desconfianzas, odio y envidia en todos los planos.
Síntomas en estado de bloqueo
- El corazón está empecinado.
- Se está insatisfecho, la persona se siente desdichada, frustrada, pero no siempre sabe por qué.
- Celos, desconfianza, venganza.
- Se alegra del mal ajeno.
- Teme ser embaucada.
- Desacuerdos; se queja de los demás.
- Cree adivinar algo negativo detrás de muchas cosas.
- Sospecha con facilidad de los demás.
- Con frecuencia se siente mortificada u ofendia.
- Interiormente, rebaja a los demás.
- Ira, enojo, cólera; en los niños, repentinos accesos de mal humor, violentos y hasta contundentes.
Potencial en estado transformado
- Vive en armonía inteior e irradia amor.
- Profunda comprensión para con el mundo afectivo humano.
- Se alegra de los logros y éxitos de los demás, aún cuando a ella no le vaya bien.
- Tiene sentido del orden del mundo y es capaz de reconocer a cada uno en el lugar que le corresponde por derecho.
Recomendaciones para las personas en estado Holly
- ejercicios de yoga que armonicen el corazón.
- Trabajo en grupo de las formas más diversas.
- Enamorarse.
- Frases de programación positiva:
"Amo y soy amado"
"Tengo parte en el todo"
"Abro mi corazón"
"Siento que estoy unido a todo".
Mechthild Scheffer (La Terapia Floral de Bach)
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