La ayuda a los demás (Red Chestnut, Chicory)


Ayudar a los demás debe ser permitir que puedan ser ell@s mim@s. Debe ser permitir y facilitar que puedan expresar lo que su Alma viene a manifestar. Ayudar a los demás debe ser animar, incentivar y estimular su propia Divinidad.

Ayudar a los demás debe ser tener plena y absoluta confianza en que ell@s saben y tienen la capacidad para llevar a cabo su misión en la vida. Ayudar a los demás debe ser tener la certeza de que cada uno está viviendo lo que le toca vivir en este momento del tiempo y del espacio, y que eso que están viviendo, nos guste más o nos guste menos a nosotros, es lo que necesitan vivir para su crecimiento como seres espirituales que somos. Ayudar a los demás debe ser tener la capacidad de ver el proceso del otr@ con los ojos del Alma. Ayudar a los demás debe ser ver a los demás tal cual son y no un espejo de lo que nosotros somos.

Son nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestros deseos, nuestras proyecciones las que nos llevan a tener la necesidad de ayudar a los demás. Los demás no necesitan ayuda, y mucho menos la caridad. Los demás son seres completos, íntegros con suficiente capacidad para tener una vida plena y en armonía. La incapacidad que tenemos nosotros de disfrutar de la nuestra, nuestra falta de confianza sobre nosotros mismos y nuestras facultades es la que nos lleva a querer en muchas ocasiones solucionar la vida de los demás.

Cuando hemos aprendido a tener una capacidad total y plena en nosotros mismos entonces confiamos también en los demás y en sus facultades. Y entonces dejamos de ayudar. Entonces colaboramos, intercambiamos, contribuimos, cooperamos. Los demás no son más que un espejo muy claro de nosotros mismos, de lo que nosotros somos.

Cuando a nosotros nos falta esta confianza y esta certidumbre es cuando intentamos ayudar al otr@, cuando intentamos solucionarle su vida, cuando intentamos manipularlo, utilizarlo. Y podemos tener por seguro que detrás de toda ayuda hay siempre un interés, una expresión de nuestro ego. La ayuda hace que el otro ser se sienta inútil. La cooperación despierta en el otr@ el sentido de la utilidad.

Dos son las Flores de Bach que nos pueden ayudar en este tipo de situaciones cuando se vuelven patógenas.

Red Chestnut. Es el remedio para aquellas personas que, en exceso, se preocupan desinteresadamente por los demás o temen por su bienestar. Imaginándose que todo aquello que les va a ocurrir son cosas malas. Así, piensan que les puede ocurrir un accidente, una enfermedad, una ruina, etc. En el fondo son sus miedos proyectados. Esta preocupación mental en lugar de solucionar cualquier situación lo único que puede hacer es atraerla.

Chicory. Este remedio es para aquellas personas manipuladoras que detrás de una máscara de dedicación y entrega hacia los demás lo que hay es una falta total de amor hacia su propia persona. Este vacío, esta falta de amor se manifiesta en una actitud egocéntrica, en un deseo de llamar la atención, de acaparar al otr@. Si a cambio del amor que supuestamente dan no se les da la atención que necesitan se convierten entonces en verdaderos niños dolidos y malcriados pudiendo llegar a provocarse incluso una enfermedad con tal de que se fijen en ell@s.


Un saludo muy cordial, que seamos felices y que disfrutemos de nuestras familias y de nuestras amistades desde la total certeza que todos somos hijos de Dios. Y como tales.... Podemos.